El hábito sí hace al monje, al menos en la office
Redacción Jobwear11/03/2014
Obviamente la vestimenta que se usa en el lugar de trabajo depende casi en un 100% de la actividad a la que uno se dedique. Dejando de lado las profesiones en que se necesita utilizar una indumentaria de seguridad o un uniforme concreto como sanidad u hostelería, nos queda un amplio abanico de oficios donde no existe un uniforme concreto, pero el código de vestuario puede llegar a ser muy estricto. Como ya mencionábamos en otros posts, la imagen de los trabajadores transmite los valores de la empresa.
Hoy en día, las pautas de vestimenta casual se ponen de moda, y muchas empresas apuestan por el Casual Friday, una flexibilización del código de vestuario que permite a los trabajadores recibir el fin de semana vestidos de una forma más informal. Así, los empleados adoptan un look más relajado y cómodo para despedir la semana con mejor actitud.
El Casual Friday nace en los años 50 en EEUU para subir la moral de los empleados de oficina. En los 70, gracias a una gran campaña de productores textiles, comenzó a expandirse y pasó a formar parte de la cultura empresarial de muchas firmas. Alrededor del año 2000, la generación “.com”, joven, informal y con estilo, colaboró para que se extendiera por todo el mundo.
Pero permitir un look más casual que el traje y corbata no significa poder ir a trabajar como si fueras a la playa. Llegar a pasar los límites implícitamente establecidos es más fácil cuando la libertad es mayor. Un zapato inadecuado o unos jeans demasiado llamativos pueden convertir el Casual Friday en una mala imagen corporativa.
No es fácil acertar, pero con algunos consejos y prendas de fondo de armario podremos obtener comodidad y elegancia sin romper la imagen corporativa, y a la vez sentirnos más seguros llevando nuestro estilo propio. Eso sí, siempre teniendo en cuenta quién es nuestro público objetivo y nuestro cargo a desempeñar, el look será más o menos flexible.
En cuanto a zapatos, no hay que optar por zapatillas de deporte, pero podemos dejar los Oxford en el armario. Unos náuticos para los hombres y unos zapatos planos a modo manoletina o botín con tacón bajo para las mujeres. La camisa blanca es una prenda que no puedes olvidar, aunque la corbata, los viernes, no toca. Los tejanos son una prenda básica unisex que, bien llevados, dan un toque informal y a la vez elegante. Así pues, ni muy claros, ni rotos, ni demasiado adornados, completan el look casual para recibir el fin de semana con los brazos abiertos.
Un consejo que navega mucho por la web cuando se habla de estos temas es “vístete como el trabajo que quieras tener, y no como el que tienes”. Acertarás seguro.
Hoy en día, las pautas de vestimenta casual se ponen de moda, y muchas empresas apuestan por el Casual Friday, una flexibilización del código de vestuario que permite a los trabajadores recibir el fin de semana vestidos de una forma más informal. Así, los empleados adoptan un look más relajado y cómodo para despedir la semana con mejor actitud.
El Casual Friday nace en los años 50 en EEUU para subir la moral de los empleados de oficina. En los 70, gracias a una gran campaña de productores textiles, comenzó a expandirse y pasó a formar parte de la cultura empresarial de muchas firmas. Alrededor del año 2000, la generación “.com”, joven, informal y con estilo, colaboró para que se extendiera por todo el mundo.
Pero permitir un look más casual que el traje y corbata no significa poder ir a trabajar como si fueras a la playa. Llegar a pasar los límites implícitamente establecidos es más fácil cuando la libertad es mayor. Un zapato inadecuado o unos jeans demasiado llamativos pueden convertir el Casual Friday en una mala imagen corporativa.
No es fácil acertar, pero con algunos consejos y prendas de fondo de armario podremos obtener comodidad y elegancia sin romper la imagen corporativa, y a la vez sentirnos más seguros llevando nuestro estilo propio. Eso sí, siempre teniendo en cuenta quién es nuestro público objetivo y nuestro cargo a desempeñar, el look será más o menos flexible.
En cuanto a zapatos, no hay que optar por zapatillas de deporte, pero podemos dejar los Oxford en el armario. Unos náuticos para los hombres y unos zapatos planos a modo manoletina o botín con tacón bajo para las mujeres. La camisa blanca es una prenda que no puedes olvidar, aunque la corbata, los viernes, no toca. Los tejanos son una prenda básica unisex que, bien llevados, dan un toque informal y a la vez elegante. Así pues, ni muy claros, ni rotos, ni demasiado adornados, completan el look casual para recibir el fin de semana con los brazos abiertos.
Un consejo que navega mucho por la web cuando se habla de estos temas es “vístete como el trabajo que quieras tener, y no como el que tienes”. Acertarás seguro.
